XL

Una cuestión de vital importancia no es sólo que los animales sueñen, como es evidente, sino que sueñan con lo que hacen cuando están despiertos o con lo que han hecho o harán en un futuro. El sueño se hace manifiesto en los gatos que chasquean la lengua, tragan saliva, emiten sonidos, efectúan movimientos espasmódicos, se agitan y mueven las patas e imprimen movimientos delicados en sus dedos, palpando el vacío. El cuerpo ejecuta, escenifica escenas imaginarias de cacerías, persecuciones, enfrentamientos, el olfateo del entorno o el afilado de las garras en los árboles. Algo en el fondo de la vida no tiene bastante con el mero descanso de los seres, con dormir y nada más, exige la reconstrucción de un mundo virtual paralelo al mundo real, la creación de otra esfera al lado del tiempo. La repetición como mandato natural.