XXVIII

La inteligencia, el cálculo de las conductas, las previsión en el tiempo y la extracción de conclusiones a través de la observación no son en exclusiva una prerrogativa humana. El abejero, una rapaz diurna de bellos colores, alimenta a sus pollos con nidos de avispas. El método que sigue es digno del investigador más experimentado; con infinita paciencia y astucia memorables, se dedica a observar con suma atención el regreso al nido de los insectos alados. Cuando localiza la entrada, deduce su posición y desentierra el nido de avispas con sus garras. Es remarcable que está preparada para este tipo de presa y captura; las plumas en torno a los ojos y pico son tipo escama y sirven de protección contra los aguijonazos. En comparación, valdría la pena recordar que muchos individuos de la especie Homo no son capaces de encontrar comida si no están rodeados de una alta densidad de supermercados.